Los apartamentos turísticos de BCN expulsarán a los problemáticos

Los apartamentos turísticos problemáticos seran expulsados de Apartur, la federación de alquileres a turistas de Barcelona. La entidad ha redactado un código ético y abrirá una oficina de atención al vecino de 24 horas.

Los apartamentos turísticos de Barcelona quieren firmar la paz con los vecinos. Apartur, la federación que los reúne, abrirá en febrero una oficina de atención al ciudadano que funcionará 24 horas. El punto de atención gestionará quejas, que serán procesadas por un call center durante la noche.

En un esfuerzo por autoregularse, los alojamientos también ha redactado un código ético. Los operadores que lo incumplan «seran investigados y eventualmente expulsados» de la federación. Entre otros, Apartur evaluará las licencias y la buena convivencia con los ciudadanos.

«Los vecinos son básicos para los apartamentos turísticos. Queremos saber qué quejas hay, si existen, y solventarlas en cada momento», ha señalado a 02B Xavier Robert, vicepresidente de Apartur.

Reconciliación

Ambas acciones son parte de un plan para diferenciar a los operadores legales de los pirata. «Son dos planos diferentes, no hay que mezclarlos. Queremos que impere la calidad, un concepto que los asociados de Apartur trabajan».

La hoja de ruta también contempla demandas al Ayuntamiento. «Si hay apartamentos con licencia que acumulan quejas, que los multen. Pero la mayoría trabajamos con la Generalitat para promover el turismo familiar, no el de borrachera«, recuerda el profesional.

Ilegales

La mano conciliadora de Apartur llega tras la proliferación de apartamentos para turistas en Barcelona. Como resultado, en la ciudad hay 9.606 pisos e impera una moratoria de licencias. «Si hay operadores con permiso que incumplen, que se pase la licencia a uno que trabaje con calidad. Pero la prohibición crea ilegalidad«, propone Robert.

¿Promueven los apartamentos el turismo barato? «Basta de mitos. La mayoría de pisos trabajan con familias y ejecutivos. Los visitantes de bajo nivel duermen donde pueden, vienen atraídos por festivales que promueve el mismo ayuntamiento», acota el operador.

Respecto a los alquileres colaborativos como Airbnb, Apartur pide regulación. «Ofrecen otra experiencia: la de vivir como un vecino. Creemos que hay espacio para todos, pero deben ser regulados», concluye el profesional.

a.
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