Lleno hotelero durante los campeonatos del mundo de La Molina

La competición de esquí alpino IPC ha tenido un buen impacto económico en la Cerdanya, con algunos matices

Los campeonatos del mundo de esquí alpino IPC de La Molina concluyeron este miércoles y dejaron un gran sabor de boca entre el aficionado español. Sobre todo, gracias a la soberbia actuación de Jon Santacana y su guía, Miguel Galindo. Con tres medallas de oro, Santacana ha sido el gran artífice de que España terminase quinta en la clasificación general, que ha liderado Francia, seguida de Austria y Rusia. 

Más allá del éxito deportivo, los mundiales han supuesto una importante inyección económica para la zona de la Cerdanya, que se ha concentrado especialmente en La Molina, cuya estación organizaba el campeonato. Iván Giné y Marta Viver, del departamento comercial y de marketing del torneo, explicaron a 02b que “han sido 10 días frenéticos”. “La Molina ha estado al máximo de su capacidad, con 400 personas fijas cada día en representación de los 29 países participantes”, ha concretado Viver.

Impacto exterior

El beneficio, no obstante, se ha plasmado tanto en la propia estación de esquí, como en la zona de influencia, encabezada por los hoteles, restaurantes y comercios del territorio catalán. Aunque este tipo de evento no sea un reclamo para el gran público, ha generado más de 4.000 pernoctaciones, 5.000 comidas y ha contado con más de 1.000 personas acreditadas, según cifras de la Federació Catalana d’Esports d’Hivern (FCEH). Sin embargo, todavía no se ha calculado el verdadero impacto económico.

La buena temporada de esquí, con nevadas casi a diario, también ha sido un factor clave. El gremio hotelero se ha visto especialmente beneficiado, ya que la mayoría de hoteles de la zona han registrado llenos absolutos. Algunos gracias al torneo, como el Hotel Solineu, cuyas 65 habitaciones estaban ocupadas exclusivamente por gente relacionada con el campeonato. Otros, a costa del turismo, como el Hotel Roc Blanc (52 habitaciones), sin apenas nadie de la competición. Pero los visitantes se han repartido hasta Puigcerdà, donde se alojó la Infanta Helena durante los días inaugurales.

La otra cara de la moneda

Anna Vilaseca, directora del Hotel Solineu, se ha mostrado satisfecha en declaraciones para 02b: “Hemos tenido el hotel completo durante los 10 días, aunque no teníamos a ningún equipo participante. Pero la mayoría de medios de comunicación, como TV3 y varios internacionales, se alojaban aquí, así como buena parte de la organización”. Vilaseca, no obstante, ha incidido en que en estas fechas (temporada alta) sale más a cuenta acoger a gente ajena a los equipos, ya que éstos, a través de la FIS (Federación Internacional de Esquí) negocian los precios a la baja.

En una línea similar se ha expresado Jaume Adserà, propietario del Hotel Adserà y presidente del Gremio de Hoteleros de la Cerdanya. “No hemos podido recibir equipos porque lo teníamos todo lleno, pero sí que hemos acogido a algunos medios de comunicación. Es plena temporada y, encima, son vacaciones en Francia”, ha lamentado Adserà. El hotelero y cocinero considera que hay que dar prioridad a “los clientes de toda la vida, que vienen cada año”. En este sentido, ha comentado que sería mejor que los campeonatos se organizasen en otras fechas no tan buenas, aunque califica de “muy positivo” que se celebren en la zona.

a.
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