Las cadenas Marriott y Starwood se aferran a su soltería a las puertas de la fusión

El acuerdo entre ambas hoteleras todavía no se ha cerrado y algunos detalles, como futuros recortes para evitar duplicidades, siguen en el aire

Marriott y Starwood anunciaron el pasado noviembre su matrimonio. Ambas cadenas se fusionarán. Fruto de esta operación millonaria –se ha hablado de más de 11.300 millones de euros– se creará el mayor grupo hotelero, con 5.500 establecimientos en más de un centenar de países y 1,1 millones de habitaciones.

Sin embargo, esta unión todavía no es una realidad. La fusión se podría cerrar a mediados de este año y, de momento, ambas compañías van por libre. Marriott, pero sobre todo Starwood, se aferran a su soltería antes de que el compromiso entre ambas compañías se formalice. «Ahora los dos negocios operan por separado», insisten fuentes del sector a 02B.

Del mismo modo, todavía no se han producido grandes cambios en ambas compañías, excepto el nombramiento de un nuevo CEO en Starwood, Thomas B. Mangas. Ambas cadenas, según confiesan, siguen con su actividad diaria y sus negocios con total normalidad. 

¿Recortes a la vista? 

Pero, la fusión está ya a la vuelta de la esquina y las dudas sobre el futuro del nuevo gigante hotelero genera muchas dudas. A ello se añade las palabras del director general de Marriott, Arne Sorenson, a finales del pasado año. Adelantó que podrían producirse algunos recortes tras la fusión para evitar duplicidades, lo que, lejos de tranquilizar al personal, ha creado cierto desasosiego.

Fuentes de la industria turística en EEUU aseguran a 02B que todavía hay que cerrar algunos detalles del acuerdo y que, de momento, no se ha marcado una fecha concreta en el calendario para cerrar la fusión. Tampoco las decisiones de cómo y dónde se aplicarán los recortes se han tomado todavía. El número de empleos que podrían suprimirse sigue siendo una incógnita.

El personal

Pero, ¿qué pasará entonces con ambas plantillas? Los trabajadores prefieren no hablar ni pensar demasiado en ello. Pero hay nerviosismo. En uno de los hoteles que tiene la cadena Marriott en Portland, (Oregón), un joven recepcionista –su nombre es Daniel, tal y como indica la placa que lleva en la solapa de la chaqueta– se muestra nervioso y dubitativo cuando se le formulan preguntas sobre el futuro de la cadena. «Nada ha cambiado», contesta, finalmente, ante la atenta mirada de una de sus compañeras. Mientras, uno de los directivos de este establecimiento, Dannel Christian, sigue sin responder a las llamadas de este medio. 

Pocos quieren hablar de lo que ocurrirá. Los que se muestran más optimistas, consideran que la fusión puede llevar consigo nuevas oportunidades laborales. Entienden que cuando el tamaño de un compañía crece puede traducirse en la necesidad de más personal, al menos en determinados departamentos. No obstante, otros podrían sufrir las peores consecuencias de dicho crecimiento.

Las otras ‘novias’ de Starwood 

De momento, dos meses después del anuncio de la fusión todavía no se ha dado ningún paso adelante en ese sentido. «En este momento no prevemos ningún cambio en el funcionamiento y los procedimientos del Marriott», apuntan fuentes de la compañía, tras la insistencia de este medio a conocer algunos detalles sobre los futuros recortes y el matrimonio con Starwood. 

Marriott sabía que otras cadenas iban detrás de Starwood –los grupos chinos HNA y Jin Jiang y la estadounidense Hyatt– y, por ello, se apresuró a anunciar la unión, aunque parece que ahora no le corre tanta prisa. La compra comporta miles de millones de euros. 

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