La modernización turística de Canarias encalla por una disputa vecinal

Encallada. Así podría quedar la modernización de la planta de alojamiento de Canarias. Vecinos de Gran Canaria piden al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que no dé ni un euro hasta que se resuelva una disputa sobre usos del suelo.

Bloqueada. Así podría quedar parte de la modernización turística de las Islas Canarias si el Banco Europeo de Inversiones (BEI) corta el grifo de los créditos blandos a la renovación de hoteles, tal como ha pedido una asociación vecinal. Los residentes del sur de Gran Canaria han pedido al presidente del banco Werner Hoyer que no dé ni un euro hasta que resuelva la situación de 16.000 apartamentos en el sur de la isla.

Los propietarios aseguran que cambios legislativos amenazan sus viviendas, que podrían llegar a ser expropiadas. «La Ley autonómica de Modernización abre la puerta a expropiar viviendas para meterlas en la explotación turística con unidad de explotación. Ahora, el cambio de usos del suelo en Bartolomé de Tirajana sustancia esa posibilidad», explica a 02B un portavoz de la Plataforma de Propietarios de Apartamentos del Sur de Gran Canaria.

¿Qué ocurre?

En el ojo del huracán están unas 16.000 viviendas en la zona de Playa del Inglés, Maspalomas, Bahía Feliz y San Agustín. «Fueron compradas en los años 70 y 80 por españoles y extranjeros. Ahora, la ley canaria y el Plan General de Ordenación Urbanística -en tramitación- abre la puerta a expropiarlas, ya que están en suelo turístico», explica el propietario.

Los vecinos se han organizado y presentado alegaciones al plan. Pero han ido más allá. Han acudido al BEI que, al prestar fondos a nivel autonómico, paralizaría la inversión si la disputa no se resuelve. «Son líneas de crédito por valor de más de cien millones», abunda la misma fuente.

Operadores turísticos

Mientras el conflicto se resuelve en los despachos del ente europeo, el ayuntamiento y el Gobierno canario, los residentes acusan. «Podríamos perder la propiedad en beneficio de los grandes operadores turísticos -que gestionarían las unidades- y constructores. Es suelo muy codiciado. Pero llevamos años viviendo allí y compramos esas casas con nuestro esfuerzo», concluye el portavoz.

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