Los hoteles de BCN recortan sus tarifas para salvar diciembre

Los hoteleros de Barcelona se ven obligados a bajar sus precios más del 20% para evitar una mayor caída en las reservas

Desde octubre el sector hotelero de Cataluña sufre con la caída de las reservas y las pernoctaciones. Y diciembre podría ser peor. Por ello los empresarios del sector ajustan sus cinturones y se preparan para recortar sus tarifas más del 20% para poder salvar el mes.

En octubre las pernoctaciones cayeron un 2,7% en Cataluña y hasta el 7% en Barcelona, con una mayor tendencia de ausencia entre los extranjeros (-7,6%), según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

Los datos de noviembre se encaminaban a repetir la tendencia, pero el mes podría ser salvado por las reservas de último momento. Según las estadísticas de la consultora , en noviembre las anulaciones descenderían un 8% y las pernoctaciones finales alcanzarían un crecimiento del 6% gracias a las promociones ‘last minute’, pero el precio a pagar es alto: un 11% de reducción en las tarifas hoteleras.

“Los hoteleros de Barcelona se encuentran ante un escenario que todavía no han aprendido a manejar”, dice la consultora Mirai

Según Mirai, las reservas se retrasan hasta última hora, y para captar clientes, el hotelero baja los precios demasiado pronto, pero arrastra al resto del sector que intenta mantener las tarifas sin caer en pérdidas.

El incierto panorama de diciembre

Si diciembre sigue con la misma senda se deberá a que los hoteleros sacrifican sus ganancias con tal de no perder más ingresos. “Diciembre pintaba bien con antelación. Antes de la crisis política, tanto pernoctaciones como precio auguraban crecimiento. Todo se hundió desde entonces: han sido seis semanas en que han entrado muchas menos reservas para el mes a un precio bastante inferior”, indican Álex Hereza y César López, autores del informe.

El porcentaje de cancelaciones se mantiene igual que antes del 1 de octubre, pero el problema es que para mantener los hoteles abiertos los ingresos pueden caer hasta un 21%.

“Los hoteleros de Barcelona se encuentran ante un nuevo escenario que todavía no han aprendido a manejar, con efectos catastróficos”, indican en la consultora. Y precisan que el problema no es tanto que la demanda sea más débil, sino que se ha retrasado a una última hora que no había sido prevista por el empresario “y a un precio inadecuado”. O sea, los ingresos del mes se dibujarán en base a un desajuste de precios que tendrá que ser la norma para que el sector no padezca una caída más grande.

Caída entre turistas internacionales

Los mayores descensos se dan entre los turistas internacionales, y sobre todo, los de destinos transoceánicos. Uno de los mercados estrella, el estadounidense, rebajaría su presencia un 50% para diciembre, según dijo Santiago García-Nieto, presidente de la patronal hotelera Confecat, a La Vanguardia. Los mercados asiáticos y rusos, que llegaban con buenas perspectivas, también se verán frenados en los próximos meses, calculó.

Otro problema colateral es que esta devaluación de las tarifas es aprovechada por los turoperadores para presionar a los hoteleros a conseguir tarifas más bajas, y que terminan siendo aceptadas para no perder mercado.

Ya las plazas del Imserso en Cataluña cuestan de venderse, a un nivel que no se había visto en los 39 años de vida del programa, y lo menos que quieren los empresarios es que las Navidades haya más habitaciones disponibles que nunca.

a.
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