Lo que sí -y lo que no- te puedes llevar de un hotel de lujo

De una cabeza de jabalí a un piano de cola: estas son algunas de las cosas más asombrosas que los huéspedes intentan robar en los hoteles de lujo

Bolígrafos y jabones, de acuerdo; toallas, albornoces o perchas ya son más cuestionables. Pero, desde luego, lo que no podemos llevarnos de un hotel son cuadros, cafeteras, televisiones o pianos. Y, sí, son algunos de los objetos que los huéspedes más atrevidos han intentado robar de hoteles de lujo.

Según un estudio realizado por el portal de reseñas Wellness Heaven, los clientes de hoteles de cuatro y cinco estrellas son ladrones mucho más exquisitos que los de categorías superiores. Incluso entre ellos se observan diferencias.

Los huéspedes de hoteles de lujo también son más sibaritas en cuanto a los objetos que se llevan ‘de recuerdo’

Así, y tras encuestar a un total de 1.157 hoteleros (634 de cuatro estrellas y 523 de cinco), se constata que la probabilidad de robo de televisiones de alta calidad es 9 veces superior en un establecimiento de la máxima categoría.

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Las obras de arte tienen 5,5 veces más posibilidad de ser sustraídas, mientras que otros objetos como colchones o tabletas son también robados con mucha más frecuencia en este tipo de alojamientos.

Robos en hoteles. Imagen: Wellness Heaven.

Los objetos más codiciados por los huéspedes. Imagen: Wellness Heaven.

Hoteles de 4 estrellas: robos más prácticos

Los huéspedes de establecimientos de cuatro estrellas se conforman, según el informe, con objetos más prácticos, como baterías y mandos a distancia, con una probabilidad de robo de 3,1 y 4,9 veces superior respectivamente, frente a hoteles de 5 estrellas.

En el top de ‘souvenirs’ más codiciados, en ambos casos, se encuentran toallas (79,7% de los hoteles de 4 estrellas y 74,7% de los de 5 estrellas) y albornoces (66,6% y 63,3% respectivamente), seguidos de cerca por perchas, bolígrafos y cubiertos.

Aunque resultan llamativos los robos de pianos, duchas de hidromasaje o bancos de sauna, los clientes se decantan por las toallas y los albornoces como ‘souvenirs’

Más del 7% de los encuestados apuntaron el robo de bombillas, mientras que hasta un 9,1% habían echado de menos mandos de control remoto.

Además de estos objetos digamos ordinarios, existen otros mucho más espectaculares que despiertan el deseo de los clientes.

Robos más espectaculares

En el capítulo de los baños, y según el informe, hay casos extremos como una ducha de hidromasaje, un aplique de ducha de lluvia e, incluso, un lavabo, reportó un hotel de Berlín.

Parece imposible pero sí, han robado un piano de cola en un hotel. Foto. Michelle Maria Pixabay

Parece imposible pero sí, han robado un piano de cola en un hotel. Foto: Michelle Maria | Pixabay.

Más llamativo -quizás por la dificultad añadida- resulta el robo de un piano de cola en un hotel italiano, sustraído por tres hombres disfrazados de operarios que no encontraron ninguna resistencia por parte del personal.

Si puede no extrañarnos el robo de placas con el número de la habitación o de flores decorativas -un hotel de Maldivas aseguró tener que reponerlas varias veces por semana-, sí que es poco habitual sustraer un trofeo con la cabeza de un jabalí o un banco de sauna, desaparecido en un hotel de Salzburgo. Los propietarios se dieron cuenta cuando el siguiente huésped explicó que no encontraba relajante tomar una sauna de pie.

Mientras los franceses se decantan por ‘tesoros’ como televisiones, los holandeses roban principalmente bombillas y papel higiénico de los hoteles

El propietario de un hotel alemán destacó, entre los hurtos más extravagantes, un sistema estéreo completo instalado en la zona del spa.

Preferencias por nacionalidad

Al clasificar a los delincuentes por nacionalidad, surge una imagen diferente. El portal, que registra comentarios especialmente de hoteles de Alemania, Austria, Italia, Suiza y Maldivas, destacó que los clientes alemanes y británicos son grandes aficionados a las toallas, albornoces, cosméticos y artículos de tocador.

Ni las bombillas, ni los mandos ni, por supuesto, las obras de arte. Foto: Annie Spratt | Unsplash

Ni las bombillas, ni los mandos ni, por supuesto, las obras de arte. Foto: Annie Spratt | Unsplash.

Contrasta con las preferencias de los austríacos, para quienes son más populares los platos o las cafeteras de cortesía que encontramos en las habitaciones.

Para los estadounidenses, las almohadas y las baterías se encuentran entre sus principales objetos del deseo. Más prácticos, los holandeses se decantan por las bombillas y el papel higiénico.

Los italianos parecen preferir las copas de vino como recuerdo de un hotel, mientras que el secador de pelo ocupa un lugar destacado en el ranking suizo. Los franceses, por otro lado, roban de una manera más espectacular: representan a la nación que se siente atraída principalmente por los televisores y los controles remotos.

Hasta un 4,2% de los hoteleros encuestados denunció el robo de colchones de alta gama

De cafeteras a colchones

Las cafeteras son algunos de los objetos con una demanda creciente por parte de los huéspedes -y especialmente de lujo-. Según este estudio, realizado entre los pasados septiembre y octubre, los hoteleros denuncian el aumento del 5,3% en las estadísticas de robo.

Las tabletas o SuitePads que encontramos en los hoteles premium son robadas 8,2 veces más frecuentemente en un hotel de 5 estrellas que en uno de categoría inferior, pero hasta algo tan poco cómodo para sustraer como un colchón -valorados a menudo en miles de euros- es susceptible de desaparecer: hasta un 4,2% de hoteleros reconocieron este tipo de robo con una probabilidad, además, que se dispara en los de máxima categoría, con una probabilidad de hasta 8,1 veces mayor.

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