Las cinco suites más exclusivas para descubrir en Nueva York

Lujo, elegancia en los detalles y tecnología de avanzada. Estas son las cinco suites que brillan en Nueva York para el invierno

No es fácil decidirse por el  hotel más lujoso de Nueva York. Ni por la suite más exclusiva. La ciudad, una de las mecas del lujo mundial, presenta una interesante competencia entre hoteles independientes y de grandes cadenas, donde en la planta superior (en la mayoría de los casos) despliegan una estancia que colma a los huéspedes más exigentes.

Este listado de Travel Weekly fue elaborado tras una consulta entre agentes de viaje, expertos en hostelería, gerentes de hoteles y periodistas especializados en el turismo de alta gama.

No están todas las suites que hay en la ciudad, pero sí aquellas que no se pueden perder de vista si se quiere descubrir Nueva York al más alto nivel.

5 Four Seasons Dowtown -- -

La Royal Suite de este hotel en Tribeca, abierto en 2016, mantiene el estilo entre retro y moderno de los lofts de este barrio: techos y ventanas altas, toques vanguardistas y pisos de madera.
La suite ocupa la mitad de la superficie del piso 24, con vistas al distrito financiero de Manhattan. Dos grupos de personas pueden compartir la estancia con comodidad en las salas de estar, tomando una copa en la barra de bar que funciona como una isla, o comer juntas en la mesa con diez sillas.
Hay un par de salas que pueden servir como oficina o centro de trabajo, y entre los detalles, destaca la elegancia de los armarios del dormitorio. Cada noche tiene un precio de 8.800 euros.

4 Conrad New York -- -

Las obras de arte de Roy Lienchestein sintetizan el concepto de modernidad que caracteriza a esta suite del Conrad New York, en el Battery Park City de Manhattan.
A diferencia de otras suites de lujo en la ciudad, esta se subdivide en diferentes estancias para comer, descansar y trabajar con autonomía.
Su mesa del comedor tiene capacidad para seis personas, aunque en verano es más recomendable dejar pasar las horas en el bar Loopy Doopy, en la terraza. Más que una suite de hotel, parece un apartamento de alta categoría, que se ofrece a 1.700 por noche.

3 Ritz-Carlton Central Park -- -

La Royal Suite de este hotel de cinco estrellas presenta unas espectaculares vistas al Central Park. La estancia cuenta con dos dormitorios, en un espacio de 183 metros cuadrados, y su reciente renovación presenta una decoración de un modernismo de mediados del siglo XX, pero discreto y elegante con sus paredes blancas y el contraste con la madera oscura. Quizás recuerde a una casa de campo.
Los baños están revestidos en mármol de Carrara, donde las amenities son de las marcas La Prairie y Asprey. Las camas king size cuentan con sábanas de 400 hilos, y las puertas divisorias pueden crear hasta cuatro ambientes cerrados o unificados. En el salón pueden cenar tranquilamente ocho personas.
Detalle: si se solicita, desde recepción pueden prestar un telescopio para contemplar Manhattan. La estancia cuesta 30.000 euros por noche.

2 Baccarat New York -- -

En los 203 metros cuadrados esta suite de techos altos y estilismo clásico cuenta con un dormitorio suficientemente amplio para albergar una cama con dosel y una sala de estar, decorado con paredes de madera lacada.
En el centro de la estancia un jarrón de rosas rojas resalta el detalle de la elegancia. Los artículo de tocador se presentan en una caja roja con papel de seda, y como corresponde a la marca, las lámparas (como la araña central) y las copas fueron elaboradas con cristales baccarat.
Parece un rincón de París, pero las vistas al Moma recuerdan que estamos en Nueva York. Su precio por noche es de 15.800 euros por noche.

1 Four Seasons New York -- -

Es difícil superar a la Ty Warner Penthouse Suite del Four Seasons New York, posiblemente una de las suites más caras de la gran manzana. Sus 43.000 euros por noche la convierten en una de las mecas de la exclusividad.
En el piso 52, cada uno de sus cuatro balcones da a un lado diferente de la ciudad, a través de los ventanales de siete metros de alto.
El arte de la pared y las lujosas alfombras fueron seleccionados por el propietario del hotel y los arquitectos I.M. Pei y Peter Marino. Veamos algunos detalles: la araña de Lalanne está suspendida sobre un piano de cola, junto a una de las ventanas que da hacia la biblioteca. La sala de estar presenta paredes lacadas a mano, y el baño está revestido de ónix de China.
También hay una ‘sala zen’ con una cascada que cae desde el techo al piso. Y si el huésped necesita un segundo dormitorio, el spa privado se puede reconvertir en una habitación.

a.
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