El enemigo de los hoteles de Barcelona está en sus tarifas

Los hoteles de Barcelona vuelven a la estabilidad, pero podrían crecer más si hubiera un descenso de las tarifas

El tropiezo en el sector turístico durante el último trimestre de 2017 no se repitió en los primeros tres meses del año. Tras haber caído un 15% la ocupación en los establecimientos de la ciudad, los hoteles asisten a la vuelta de la estabilidad.

Pero si no se crece más deprisa no es solo por temor a la inestabilidad política, sino a los precios de las habitaciones, que lleva a que Barcelona sea una de las plazas más caras de España.

Búsqueda de opciones

Esta es la conclusión de un estudio elaborado por la consultora Mirai. Según precisa, si hay muchas anulaciones de hoteles no es por miedo a visitar Barcelona, sino porque los usuarios cancelan sus reservas para buscar opciones más baratas.

Durante el 2017, y pese a la caída del último trimestre, el ADR (tarifa media diaria) en Barcelona fue de 148,86 euros, y el RevPar (rendimiento por habitación) se ubicó en los 120,49 euros; mientras que el precio medio en España se situó en los 114 euros, según precisan las consultoras Magma HC y STR.

Más ajuste

Aunque los establecimientos de Barcelona tuvieron que recortar sus tarifas un 10% para salvar el invierno, como informó el presidente del Gremio de Hoteles, Jordi Clos, todavía el sector debería ajustarse un poco más el cinturón para poder recuperar los niveles de crecimiento.

En el caso de febrero, precisan en Mirai, las pernoctaciones crecieron un 8% pero el precio medio descendió el 7%. En cuanto a marzo, el aumento de las pernoctaciones (13%) compensó que las tarifas hayan caído el –8%, por lo que el sector tuvo tras el primer resultado positivo (6%) tras cinco meses negativos.

Bache en abril

Habrá que esperar a que termine abril para confirmar si realmente se sufre un “bache moderado”. La Semana Santa, que el año pasado cayó a mediados de mes, en este año se repartió entre marzo y diciembre, con temperaturas demasiado frías que implicó una pérdida de ocupación de cinco puntos, al pasar del 85% del 2017 al 80% en el 2018.

Por ello este mes puede terminar con un resultado final del -3%, calcula esta consultora. Pero sería el último escollo para comenzar la recuperación: para mayo se prevé un aumento del 3% (aunque los precios siguen un 8% por debajo), y en junio, inicio de la temporada estival, se podría alcanzar un crecimiento global del 15%.

Recuperación más rápida

Pese a la depresión registrada en las tarifas, un mayor recorte permitiría una recuperación más rápida. Según Mirai, desde agosto las reservas que cancelaron los clientes son más caras que las plazas que no se anulan. Por esta razón el impacto fue mayor entre los hoteles de cuatro y cinco estrellas, agregan.

Por ello, el fantasma de la inestabilidad política no es el único factor a tener en cuenta en la ecuación del desarrollo hotelero. Muchas veces la solución está puertas adentro.

a.
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