El nuevo rey de Instagram no es una persona

Burj Al Arab, el hotel más lujoso del mundo, cuenta con más un millón de seguidores en las redes sociales

Estimados aspirantes a ‘influencers’: no hace falta que posen con los brazos abiertos frente a un paisaje, ni que hagan fotos de sus pies ante el mar. Si pretenden conseguir más ‘me gusta’ tendrán que trabajar mucho para superar al medio millón de seguidores que ostenta el hotel Burj Al Arab en Instagram, y otros tantos en Facebook.

Cabe aclarar que no es la cuenta más popular en el mundo del turismo. El auténtico rey es Jay Alvarez, un amante de los viajes y los deportes extremos que ostenta cinco millones de seguidores en Instagram, o el excéntrico Foster Huntington, con un millón de seguidores, que ha recorrido medio mundo en su van y ahora vive en una casa construida en un árbol.

Pero entre los hoteles, el espectacular hotel de 321 metros de alto de Dubai se aleja de cualquier competidor. Este establecimiento está considerado como el más lujoso del mundo, donde la estadía más económica, en temporada baja, no se consigue por menos de 1.000 euros la noche.

Su silueta con forma de vela es un ícono de la arquitectura moderna, un diseño que ha sido imitado por otros lujosos establecimientos (como el hotel W de Barcelona), y se convierte en una de las postales favoritas de los visitantes de la rica capital de los Emiratos Árabes Unidos.

En su cuenta de Instagram, el Burk Al Arab ofrece espectaculares fotografías de las suites de los hoteles en intensos colores rojos y púrpuras, así como de la piscina en las alturas con sus columnas con mosaicos, y el gigantesco atrio de 180 metros, tan alto que podría albergar a la estatua de la Libertad en su interior.

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Entre sus más de mil posts también se pueden ver los platos que preparan sus restaurantes, entre ellos el nuevo Nathan Outlaw at Al Mahara. Pero apenas se exhiben a las celebridades que se alojan en el hotel. Excepto alguna toma de la reina Rania de Jordania o del DJ británico Scott Mills, la discreción con los clientes es una regla de oro. Por ello, en esta cuenta no se verán aspirantes a modelos con copas de champagne en la mano, o de viajeros exhibiendo su vida de hedonismo al mundo.

Ni tampoco se verán las cansadoras tomas de desayunos en la cama o del reflejo del hotel en una copa de vino. El cuidado de las imágenes es esencial, con un largo tratamiento en Photoshop, y los administradores de las cuentas piensan dos veces antes de subir una fotografía. Saben que si no tendrá el suficiente impacto (o sea, menos de 5.000 likes), no se publicará.

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