Hesperia venderá el Tower de Barcelona y otros tres hoteles para refinanciar deuda

El pacto con los bancos, a punto de firma, obliga a fuertes desinversiones este último trimestre; como contrapartida, la cadena hotelera logra quitas de hasta cien millones y un año de oxígeno gracias a varias carencias.

El grupo catalán Hesperia, controlado por la familia gallega Castro Sousa, venderá el singular hotel Tower de Barcelona y otros tres establecimientos de su red para cumplir con los requisitos que le exige la banca en el tramo final de las negociaciones sobre la refinanciación de la deuda. En total, los hoteleros deben 479 millones de euros. Banco Santander es el mayor acreedor, con 398 millones. El resto se reparte entre Bankia (37), BBVA (24), Popular (14) y el Sabadell (5).

El grupo de Emilio Botín y el que dirige José Ignacio Goirigolzarri han sido los negociadores más duros. Ambos darán por cancelados los compromisos si Hesperia acepta las siguientes condiciones. Los cántabros exigen que se haga caja con tres hoteles para cancelar el 100% de la cantidad pendiente. Se trata de una medida complementaria a la venta del 8% de NH Hotel Group, que se ordenó en mayo. A cambio, el Santander aplicará una quita de cien millones por lo que el saldo a abonar ascenderá a 298 millones.

Venta icónica

La exigencia más emblemática llega desde las torres KIO de Madrid. Bankia ha propuesto que se ponga en venta el Hesperia Tower de Barcelona para cancelar la hipoteca que pesa sobre el inmueble. Si la operación inmobiliaria cuaja, el grupo financiero semi público secundaría la postura del Santander y saldría del pool de acreedores. Las deudas quedarían canceladas. La reducción del portafolio seguirá con los activos entregados como garantía a otras entidades. El Popular negociará la dación en pago de varios activos valorados en 14,04 millones de euros.

El banco más condescendiente es BBVA. Mantendrá activas las hipotecas de los hoteles en Bilbao, Mallorca y Vigo. Las sociedades propietarias (participadas por Hesperia) tienen capacidad de reembolso, aunque se aplicará una prolongación de 16 años. El Sabadell, por su parte, estudia ofrecer una carencia de un año y nuevos plazos de hasta 250.000 euros a partir del cuarto año.

Origen de los problemas

Aunque el pool bancario es reducido, Hesperia no ha podido negociar con el conjunto y ha preferido el cara a cara para zanjar la reestructuración. Si estos planes se cumplen, el catálogo de hoteles en propiedad quedaría reducido de 18 a 14 y se completaría con una red de 36 en alquiler. Por el momento, la medida más sonora fue la desinversión del 8% de la participación en la hotelera NH. La maniobra obligó a una ampliación de capital que trastocó la distribución de poder: Hesperia pasó de segundo a tercer accionista de referencia.

Parte de los problemas con los que ahora lidian los Castro Sousa los ha generado, precisamente, NH. En el ejercicio 2012 se anotó 76 millones en pérdidas adicionales por incoporar a su contabilidad el 25% de los números rojos de su participada. Hoy, la presencia se ha diluido al 12% tras la venta del 8% que obligó el Santander. Se generaron 106 millones de euros de caja. El precio recogió el deterioro de la acción de NH, que se situó por debajo del valor de compra.

Los hoteleros catalanes contaban con el pago de dividendos para reembolsar parte de la deuda. Ese beneficio extraordinario, sin embargo, nunca llegó.

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