Enric Reyna se atrinchera en los hoteles tras hundirse con el ladrillo

Enric Reyna ha buscado su último refugio en la industria hotelera después de que sus operaciones inmobiliarias entraran en liquidación. Sus cuatro hoteles en Barcelona y Tarragona, desgajados del grupo en el momento clave, aguantan.

El constructor catalán Enric Reyna ha encontrado refugio en la industria hotelera después de que sus operaciones en el sector inmobiliario se desmoronasen. Los cuatro hoteles del promotor en Barcelona y Tarragona aguantan mientras el resto del grupo Amrey se está liquidando de forma ordenada desde 2013.

El empresario, que fue presidente de la Asociación de Promotores de Barcelona (APCE) durante más de treinta años, ve como tres de los cuatro alojamientos de su propiedad generan beneficios. Son el Four Points By Sheraton Barcelona –gestionado por Starwood-, el Hotel Amrey Sant Pau y el Hostal Lami.

Los tres establecimientos están encuadrados en Amrey Hotels, una filial que presenta una facturación de 7,8 millones de euros y un beneficio de 322.000 euros para el año 2014. La cifra es superior al volumen de negocio de 7,6 millones y las ganancias de 169.000 euros del ejercicio anterior.

Pérdidas

Sólo una de las operaciones en hostelería tiene tensiones de caja. El Le Meridien Ra Beach Hotel & Spa, bajo el paraguas de Ra Hotels y también gestionado por Starwood, declaró un quebranto de 1,6 millones de euros en 2014. La cifra está línea con pérdidas superiores al millón en los últimos ejercicios, confirman fuentes conocedoras.

No obstante, ambas empresas, Amrey y Ra Hotels, facturan un volumen de 18 millones de euros anuales. Además, sus dos alojamientos flagship, el Four Points y Le Méridien, presumen de buenas puntuaciones por parte de los viajeros, según Tripadvisor.

Liquidación

La buena estrella de Enric Reyna en la industria hotelera contrasta con el rendimiento de sus operaciones en el ladrillo. Las promotoras Amrey Promociones Inmobiliarias y Amrey 2000 entraron en preconcurso en mayo de 2013. Ambas estaban lastradas por deudas que alcanzaban los 80 millones. El grueso de las obligaciones estaba en manos de la Sareb.

Finalmente, y ante la imposibilidad de hallar un acuerdo con los acreedores, el Juzgado Mercantil Número 9 de Barcelona las declaró en liquidación. El procedimiento aún no ha concluido.

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