El grupo hotelero de Joan Gaspart se acerca a la desaparición

El grupo hotelero del empresario Joan Gaspart se acerca a la liquidación. El empresario catalán ha conseguido lo que no quería: que los acreedores cierren filas y se extienda el consenso de que sólo queda la extinción de la firma. ¿La respuesta? El 27 de julio.

Joan Gaspart ha cansado a todo el mundo. Éste es el ánimo entre los acreedores de los cerca de 220 millones de deuda del grupo hotelero Husa, que ya apuestan abiertamente por la liquidación de la sociedad, según ha podido saber 02B. La decisión final se tomará en una junta de acreedores el próximo 27 de julio.

El concurso de la cadena hotelera no se alargará más allá del verano. Tras un año y medio de negociaciones –la firma entregó los libros al juzgado en febrero de 2014–, los representantes de los acreedores están hastiados. No cederán ni un mes más, y exigen al hotelero catalán soluciones drásticas para evitar que Husa acabe vendiendo sus activos a trozos.

Convenio irreal

El último error de Gaspart ha sido la presentación de una propuesta de convenio con los acreedores. El documento, según ha podido saber 02B, fue presentado unilateralmente y con condiciones muy inferiores a lo que los acreedores esperaban. Lo que es más: la propuesta de acuerdo impide reflotar la compañía.

En estas condiciones, Husa no saldrá del atolladero ni con la dación de hoteles. La deuda es demasiado cuantiosa, y las previsiones de generación de caja enjugarían una mínima parte de la misma. Y, por otro lado, está la desconfianza: los acreedores aceptan establecimientos a cambio de deuda, pero no necesariamente gestionados por la hotelera, como ofrece Gaspart.

Acuerdo ‘in extremis’

Así las cosas, a Joan Gaspart se le agota el tiempo. Las negociaciones se han intensificado en las últimas semanas, con, según ha podido saber 02B, voluntad de acuerdo. No obstante, entre acreedores y empresa no hay sintonía, y el acuerdo está lejos, incluso con las administraciones públicas (Hacienda y Seguridad Social) a los que el hotelero debe dinero.

En este escenario, sólo un acuerdo a última hora salvará a Husa. Los acreedores no aceptarán nuevas prórrogas, y domina la sensación que incluso la liquidación podría salvar puestos de trabajo: los inversores que se queden los hoteles necesitarán personal.

Sea cual fuere el resultado el 27J, no seguirá la incertidumbre. Entre los acreedores existe la convicción de que Husa debe mover ficha. Los convenios que ha presentado hasta ahora –para las sociedades Husa y Husa2—no cubren el mínimo exigible. Bancos y administraciones con deudas de la firma hotelera creen que Joan Gaspart buscó fuerza negociadora y ahora debe mostrar su farol.   

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