El cliente de turismo rural se vuelve ‘urbanita’

Los viajeros que acuden a las casas rurales para relajarse y desconectar de la ciudad, exigen cada vez más conexiones a internet

Huir de la ciudad pero sin perder sus comodidades. Los clientes de turismo rural dan cada vez más importancia a la calidad de las instalaciones a la hora de seleccionar establecimiento. Quieren que haya zonas que les permitan relajarse del trasiego urbano, pero también que sean limpias, confortables y que dispongan de wi-fi, para estar conectados mientras desconectan.

Este es el perfil que dibuja el estudio realizado por el Observatorio del Turismo Rural, el proyecto que lidera EscapadaRural.com en colaboración con la Universitat de Barcelona y la empresa Netquest, sobre los aspectos más valorados por los clientes antes y después de sus estancias.
 

El 23% de los visitantes busca aislarse en una casa de campo que tenga wi-fi

Según destaca el portal, el equipamiento del alojamiento con instalaciones destinadas al relax fue señalado en el 41,4% de los encuestados, seguido de la existencia de un servicio de comidas en la propia casa (27,2%) y de la opción a conexión wi-fi (23,2%). Las instalaciones dedicadas a la relajación se relacionan con bañeras de hidromasaje, sauna o spa. En los alojamientos que aglutina EscapadaRural.com (12.290 establecimientos, un 80% de la oferta actual) cuentan con estos equipos muy pocos. Un 12% de las casas rurales tiene bañera de hidromasaje, un 3,04% dispone de sauna y únicamente un 2,90% cuenta con spa.

Comida, relax y wi-fi son aspectos a los que el cliente de una casa rural otorga especial relevancia, pero las motivaciones clásicas, como el precio o el trato, siguen siendo factores determinantes a la hora de escoger alojamiento.

El más influyente es, sin embargo, el entorno. Casi un 83% de los viajeros encuestados para el informe señaló el “encanto natural de la zona” donde se sitúa el establecimiento como una de las motivaciones principales para elegir casa rural. Después vendría el precio, que seleccionaron un 82,7% de los turistas, y el “trato familiar”, marcado por un 54,3%.

Discrepancias

Llama la atención en el estudio las discrepancias entre lo que el viajero considera importante y lo que el propietario cree que es relevante para sus clientes. En ambos casos coinciden en que el encanto natural de la zona y el trato familiar son lo más importante, pero el propietario otorga a este último un valor muy superior al que en realidad tiene para el turista (90,2% frente a 54,3%). Asimismo, el propietario considera que las instalaciones para niños y mascotas son también fundamentales, mientras que el viajero tiene otras prioridades, como las relativas al relax (41,4%), el servicio de comidas (27.2%) y la conexión wi-fi (23,2%).

“Con todos estos datos queda claro que la demanda se orienta a una estancia que permita escapar de la ciudad, pero sin renunciar a las comodidades más “urbanitas”. Siendo éste un tipo de turismo asociado a la personalización en el trato, es obvio que la atención al cliente es fundamental, pero hay que tener en cuenta que el viajero, más que dejarse mimar por su anfitrión, requiere instalaciones en las que pueda mimarse”, concluye el estudio.

 
Los viajeros otorgan cada vez más importancia al confort

¿Y después de la estancia? Los aspectos más valorados por los clientes varían ligeramente, aunque sigue siendo una constante la buena imagen de los entornos naturales en los que se ubican los establecimientos. Este es el tercer factor más destacado por los viajeros.

Anteponen a él, sin embargo, la limpieza de las instalaciones y las comodidades que ofrecen, el confort. “Aunque son aspectos que se valoran en cualquier tipo de alojamiento, quizá adquieran especial relevancia en un entorno en el que se puede dar por supuesta su ausencia (por la sencillez de la oferta, por la existencia de una explotación agrícola o ganadera, por los prejuicios asociados a la idea de vivir en el campo….)”, expone el estudio.

[Consulte aquí el informe completo]

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