Chinos y árabes se lanzan al mercado de las aldeas abandonadas

El perfil del comprador español es el de un empresario madrileño o valenciano de clase alta

Hasta ahora, Levante era el escenario favorito de las fortunas de China y Arabia Saudí para realizar inversiones inmobiliarias. Sin embargo, en los últimos meses han comenzado también a interesarse por el mercado de las aldeas abandonadas que, sobre todo, se ofertan en el noroeste peninsular.

Así lo aseguran desde aldeasabandonadas.com, un proyecto que nació hace casi una década debido al impulso de unos empresarios que se dedicaban a la gestión de patrimonios. “Vimos que había un nicho de mercado sin explotar. Al principio las aldeas abandonadas eran muy interesantes para el sector de la hostelería y la restauración, pero ahora los compradores son principalmente particulares”, explica Rafael Canales, director del proyecto.

Pueblos desde 125.000 euros

Comprar una aldea abandonada no es una inversión excesivamente alta, aunque los costes se incrementan a la hora de restaurar y mantener las infraestructuras. “El precio medio de una aldea con tres o cuatro casas ronda los 125.000 euros, aunque todo depende de las características del lugar y el estado”, explica Canales. “Si hablamos de un enclave restaurado, con varias casas, capilla, hórreo, se puede llegar incluso al millón de euros”, añade.

La mayoría de la oferta se concentra en Galicia y en Asturias. “No solo porque hay más aldeas abandonadas, sino por sus características: están construidas en piedra, en zonas verdes, tranquilas y con una gastronomía que acompaña”, indican desde aldeasabandonadas.com.

Madrileños y valencianos

Pero, ¿realmente hay compradores para este producto? Sí los hay. Canales explica como, a nivel nacional, el perfil del comprador es el de un empresario o profesional liberal de clase alta. “Tenemos desde artistas, a abogados o a médicos. Gente de un nivel adquisitivo medio y alto que quiere irse a un sitio tranquilo”, comenta. Madrileños, valencianos, catalanes y andaluces son los principales interesados.

Sin embargo, los extranjeros también han comenzado a apostar por la tranquilidad de estas aldeas. Hasta ahora, ingleses, holandeses o alemanes eran los compradores habituales. Sin embargo, este mercado de inmuebles singulares mira con esperanza hacia Oriente. “En los últimos meses estamos recibiendo muchas llamadas de interesados dese China y Arabia Saudí”, explican.

Efecto llamada

Canales admite que el interés de estos inversores es, cuando menos, sorprendente. “Lo que tradicionalmente buscan es el sol. Aquí no lo van a tener todo el año pero, realmente, las edificaciones son muy atractivas”, explica, a la vez que recuerda una de sus últimas ofertas. Una aldea abandonada con un impresionante pazo con escudo de armas propio y reconocido por la Xunta de Galicia.

“Si las ventas se comienzan a concretar podemos entrar en un mercado importante, porque creará un gran efecto llamada”, dice, mientras explica que los inversores chinos piden, sobre todo, información acerca de aldeas abandonadas con casas señoriales y viñedos. “Preguntan mucho por la zona de la Ribeira Sacra gallega”, cuenta.

a.
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