‘Apagón’ en los fogones del Mandarín

El chef Raül Balam, hijo de Carme Ruscalleda, abandona temporalmente el restaurante de lujo moments por una crisis personal. La dirección del establecimiento plantea 'fichar' a un responsable alternativo de la cocina si la baja persiste

El hotel Mandarín de Barcelona vive una crisis de dos estrellas. Las más deseadas por todos los chef del mundo: las Michelin. El restaurante Moments obtuvo la segunda este 2013, una verdadera hazaña si se tiene en cuenta que el establecimiento abrió sus puertas hace tan sólo tres años. Pero ahora, la excelencia de los fogones que gestiona Raül Balam, hijo de Carme Ruscalleda, peligra.

El chef hace semanas que no aparece en el restaurante. Oficialmente, el hotel admite que su cocinero se encuentra “trabajando en el Sant Pau”, el establecimiento que ha encumbrado su madre (que también es la directora del Moments).

Pero tampoco se le ha visto el pelo en el tres estrellas de Sant Pol de Mar (Barcelona) desde hace semanas, reconocen sus trabajadores.

Crisis personal

El éxito profesional de Balam no ha ido en paralelo al personal, aseguran desde su entorno. Y el Mandarín tiene un papel importante en la crisis que ahora atraviesa. Poco antes de que desapareciera de la cocina de la milla de oro de Barelona, Passeig de Gràcia, su pareja se despedía del establecimiento. Jordi Ciuraneta abandonó su responsabilidad como jefe de sala del Moments.

Ambos decidieron repetir el modelo de gestión del restaurante de los padres de Balam para que la oferta gastronómica del Mandarín triunfara. En el Sant Pau, Ruscalleda es quien manda en la cocina y su marido, Toni Balam, es el responsable de todo lo que pasa en el salón. Un modelo bastante común en establecimientos familiares. De hecho, Balam hijo y Ciuraneta ya trabajaron juntos en el Sant Pau.

Chef alternativo

Los gestores del hotel Mandarín decidieron dejar tiempo a su chef para que se recuperara, aseguran fuentes empresariales. Pero las alarmas se han disparado al ver que pasan las semanas y que la situación no mejora.

La propiedad, Reig Capital, ha empezado a mover fichas. Incluso la propia Maria Reig, la empresaria que lidera la family office, ha intentado involucrar a Ruscalleda. Los compromisos de la prestigiosa cocinera con su nuevo proyecto en Asia la alejan del Moments, añaden los mismos interlocutores.

La dirección del Mandarín plantea fichar a un chef alternativo para tomar las riendas del restaurante si la baja de Balam persiste.

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