Los propietarios de Port Aventura pujan por el lujo francés de Club Med

Andrea Bonomi valora la compañía turística en 790 millones de euros y está dispuesto a pagar 21 por acción, el 22% más que su competidor, la joint-venture que han creado el fondo Ardian y el grupo chino Fosun. Los italianos ya son los primeros accionistas de la compañía con una participación del 21%

Los dueños del parque de atracciones más existoso de España, Port Aventura (Cataluña), han sacado la cartera para ampliar su cartera de participadas. La familia Bonomi no ha sido tacaña en su envite a la cadena francesa Club Med, cuya actividad se centra en la intermadiación de resorts, villas, chalets y paquetes vacacionales todo incluido de alto lujo por todo el planeta.

La cara visible del clan, Andrea Bonomi, ha presentado este lunes una oferta de adquisición en la que está dispuesto a pagar hasta 21 euros por acción por el 100% del capital del grupo. Actualmente, ya son los primeros accionistas de la compañía con una participación del 10%.  

 
La compañía turística arrastra problemas económicos desde 2001, el primer año que cerró con pérdidas

 

El precio que se pagará por el papel implica valora al grupo galo en 790 millones de euros. Supera, asimismo, en un 22% la propuesta de compra de su rival en el proceso, la joint venture que han creado el fondo de inversión Ardian y el grupo chino Fosun. La proposición económica que estos mandaron a los accionistas de Club Med implicaba retribuir con 17,50 euros por cada título de la empresa, cuya valoración se quedaba en los 563 millones. Los analistas galos son unánimes en su análisis: si quieren seguir en la puja por el emblema del lujo vacacional francés, Ardian y Fosun deberán rehacer su propuesta y rascarse más el bolsillo.

Bonomi cuenta con el apoyo de la banca estadounidense Lazard, con sede en Nueva York, y el bufete Cleary Gottlieb en la operación. En Francia se especuló a lo largo de este lunes que la oferta pública de adquisición (OPA) se lanzaría con el apoyo expreso del consejo de administración de Club Med, pero el respaldo no se ha hecho efectivo en el registro. Por ahora, la operación es hostil, non sollicité según la terminología gala. En las próximas semanas, el máximo órgano directivo tiene que emitir un informe de recomendaciones para que los accionistas puedan elegir si venden o no sus títulos.

Club Med entró en números rojos en 2001 (perdió 62 millones de euros). En la última década no ha conseguido superar los problemas económicos, a pesar de que ha cerrado algunos ejercicios en positivo, como los cuatro millones que ganó en 2004. Para sanear las cuentas, ha reestructurado la compañía. El consejero delegado, Henri Giscard d’Estaing, hijo del ex presidente de la República Valéry Giscard d’Estaing, lanzó en la última etapa una estrategia para captar clientela internacional, un público que consideran que tiene más capacidad de gasto que los ricos galos. Bonomi ha declarado a la prensa francesa que ve con buenos ojos el plan de la cúpula, pero que su intención es limar “los fallos de ejecución” que ha detectado.

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