Lo último en moda ‘hipster’: vuelven los velocípedos

El uso de las bicicletas de piñón fijo o ‘fixies’ ya no es el último grito en la subcultura ‘hipster’ que medra en las grandes ciudades. Un arquitecto sueco ha dado un paso allá más recuperando los velocípedos o Penny Farthing, inventados en algún momento en el año 1870.

Per-Olof Kippel, creador de la máquina, destaca “la sensación de dificultad, de tensión y de pura libertad” que se experimenta a bordo de sus aparatos. Asimismo, el profesional tiene claro que “son bicicletas que le harán destacar por encima del resto, paladear la idiosincracia de aquellos que desean ser diferentes”.

Aunque se asemejan a una bicicleta convencional, el biciclo tiene la fuerza motriz en la rueda delantera y es algo más difícil de montar. “Requiere un movimiento acrobático, pero se puede aprender a dominar en menos de una hora”, admite su impulsor.
 

 
Para cubrir todos los gustos, las bicicletas Standard Highwheel –ideadas en 2013 a imagen de los antiguos vehículos- se venden en dos tallas diferentes y con y sin freno trasero. A un coste de unos 1.500 euros, cada unidad se fabrica en un taller de Corea del Sur “con componentes especialmente diseñados”

El armazón es de acero y aleación, mientras los los sillines son en cuero y en piel o en color negro. Para promocionar su integración en las ciudades de Occidente, el arquitecto ofrece un descuento de 100 euros para pedidos hasta el próximo mes de junio.

Los velocípedos o Penny Farthing nacieron en las postrimetrías del siglo XIX en Inglaterra, y se convirtieron en todo un iconos de la era victoriana. Aunque hasta la fecha eran usadas en carreras de aficionados y encuentros coleccionistas, nadie había pensado en comercializarlas para el gran público.