La especulación de las bitcoins llega al sector turístico

Destinia ha dado el paso. La agencia virtual ha anunciado que aceptará como método de pago los bitcoins. Este activo financiero, rodeado de polémica y oscurantismo, no se recomienda para usuarios que no tengan conocimientos de mercados

Las bitcoins han llegado al sector turístico. Destinia, agencia de viajes virtual con sede en Madrid, se ha convertido en una de las compañías pioneras en cobrar con este sistema. “Estamos ante un fenómeno de magnitudes imprevisibles. Quizás represente en el futuro la forma de pago habitual en todo el mundo”, ha asegurado el consejero delegado de la firma, Amuda Goueli. O quizás no. Al menos, así lo entiende el sector financiero, que tiene serios reparos.
      

 
“Si usted compra bitcoins, sepa que está asumiendo riesgos. Es un terreno pantanoso”, avisa el profesor de Esade

 
“Que nadie interprete las bitcoins como una moneda. Se trata de un activo especulativo de mucha volatilidad”, advierte el profesor del departamento de finanzas de Esade, Jesús Palau. El experto lanza un aviso a navegantes: “Si usted compra bitcoins, sepa que está asumiendo riesgos. Es un terreno pantanoso”.

La Autoridad Bancaria Europea alertó la semana pasada que los usuarios podrían tener problemas con los bitcoins. “Los consumidores no están protegidos por la regulación cuando utilizan divisas virtuales como medio de pago y podrían correr el riesgo de perder su dinero”, advirtió la autoridad europea, que también indicó que no existen garantías de que su valor sea “estable”.

Palau señala que los organismos reguladores ya se han puesto a trabajar para analizar esta tendencia. “En cualquier momento podrían bloquear el cambio de estos activos en moneda real y tendríamos a miles de personas con su dinero atrapado”, explica. De hecho, los bitcoins ya estuvieron expuestos a un corralito virtual. En junio, la plataforma cerró la retirada de efectivo temporal.

En su opinión, los bitcoins han contado con una campaña orquestrada. “El mercado de bitcoins tiene un límite de 21 millones, según sus propios creadores. En el año 2011, ya se habían expendido 11 millones. Desde entonces, estos compradores han hecho lo posible para fomentar su transacción y así incrementar el valor”, apunta.
      

 
La Autoridad Bancaria Europea advierte de que los clientes podrían perder sus ahorros

 
Los elementos para desconfiar sobre el modelo son muchos. No se conoce creador –trabaja siempre con pseudónimo, no hay un registro para saber quién posee títulos más allá del que posee el propio comprador, y no está sometido a ninguna regulación. El profesor de la escuela de negocios apunta que existe mucho oscurantismo al respecto.

Palau teme que los bitcoins den el salto al sistema financiero. “Es un peligro si las entidades financieras entran en este mercado” asevera y lanza una pregunta retórica: ¿Qué pasaría si un banco compra muchos bitcoins y en poco tiempo pierden su valor?”.

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