Chino, joven y con dinero: el objeto de deseo del turismo español

Cómo busca Turespaña seducir a los jóvenes chinos de clase media-alta, un sector de viajeros que aumenta cada año

España es el quinto destino favorito para los turistas chinos, y en el último año, más de 580.000 visitantes del gigante asiático visitaron las tierras españolas. El número está muy lejos de los 16,9 millones de británicos o los 10,9 millones de alemanes que llegan cada año, pero el turismo de ese país crece cada ejercicio (en el último, subió un 46%). Y los operadores quieren que su volumen siga en aumento.

Pero no buscan cualquier turista: los cañones apuntan a un tipo de visitante más exclusivo, que si se puede trazar un perfil, sería el de un joven, que le gusta viajar solo, amante de las nuevas tecnologías y con un nivel económico medio y alto.

Hacia ellos se dirige la nueva web que ha presentado Turespaña, que busca al viajero independiente, que en los últimos dos años supera en número a los visitantes que prefieren contratar tours y viajan en grupo.

La información y propuestas que presentan se dirigen a usuarios nacidos en la década de los 80 y 90, con dominio de idiomas, y con una interface adaptada para los teléfonos inteligentes, precisó el consejero de Turespaña en China, Darío Polo a EFE.

Los nuevos turistas chinos buscan nuevas formas de viajar

Las nuevas generaciones de turistas chinos evitan las rutas y los intereses que han exhibido sus mayores. Hasta hace pocos años, “el turista tradicional era una persona mayor a la que sus hijos le pagan el viaje y visita España una sola oportunidad”, describe Polo.

Pero ahora el ente turístico está más interesado en la generación millenial, que prefiere conocer las ciudades antes que pasar una temporada en la playa, y como comprende el inglés, descarta los servicios de guías.

Otra estrategia de Turespaña es que los nuevos turistas chinos no visiten sólo Barcelona y Madrid, sus destinos favoritos; y reforzar la oferta de productos que suelen a atraer a estos jóvenes viajeros, como los espectáculos de flamenco, los partidos de fútbol o las propuestas gastronómicas de tapeo por bares.

Un pico de visitantes inédito

El pico de visitas de China sucede entre enero y febrero, cuando se conmemora el Año Nuevo Lunar en esta cultura. España fue el país más beneficiado de esta ola de viajeros, cuyo número creció un 88,7% comparado con los dos primeros meses del año pasado.

Las aerolíneas no se quedan atrás, y siguen abriendo nuevas conexiones entre España y China: el 2 de mayo se inaugura la ruta Barcelona-Shanghai, y un mes más tarde habrá vuelos directos entre la capital catalana y Hong Kong.

Además, España se convierte en un destino apetecible para los multitudinarios viajes de empresas, una práctica cada vez más extendido entre las grandes firmas orientales: la biotecnológica Tiens ha regalado viajes a 2.500 de sus empleados, y en el 2017, la farmacéutica C&S hará lo propio con 3.000 trabajadores, un contingente que ningún operador quiere perder de vista.

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