Barcelona se enfrenta a cuatro años más de bronca turística

Barcelona se enfrenta a cuatro años más de trifulca por falta de consensos sobre el turismo, la primera industria de la ciudad. Los candidatos a la alcaldía no coinciden ni en cómo elaborar el diagnóstico de los problemas del sector que más impacto económico genera.

Los candidatos a alcalde de Barcelona no coinciden ni en la manera de abordar la saturación de la primera industria de la ciudad. En un debate el viernes en la ciudad condal, los cinco partidos con representación municipal (CiU, PSC, PP, ICV-EUiA y ERC) han dejado entrever que la ciudad se enfrenta a cuatro años más de riña permanente sobre el turismo.

Los puntos de disenso son múltiples: no hay ni bases comunes. El ayuntamiento de Barcelona, en manos de CiU, ha elaborado un borrador de un Pacto Local para un turismo responsable. El documento parte de un proceso de consultas con actores sociales y económicos que ha coordinado María Abellanet, consejera delegado del grupo CETT.

Barcelona en Comú (BeC), rival directo de Trias a la alcaldía, no comparte el método. «Hay que abordar la governanza del turismo desde diferentes vertientes, también la urbanística, para parar la barra libre actual», ha señalado Janet Sanz, número 5 en la lista de la coalición de izquierdas, en un encuentro que organizaba la Facultad de Turismo y Dirección Hotelera Sant Ignasi de la URL.

Hoja de ruta

El PSC, tercero en discordia según las encuestas, quiere reescribir la hoja de ruta incorporando a más actores. Tener este documento es crucial. Si el 24 de marzo vence la coalición de Ada Colau, ya ha anunciado que no concederá licencias a alojamientos sin un plan urbanístico al uso.

Precisamente, la profileración de pisos para turistas es otro de los puntos de discordia. Xavier Trias, alcalde saliente, propone aumentar las inspecciones y ganar competencias para extirpar los miles de pisos-hotel ilegales. Por su parte, Barcelona en Comú (BeC) busca darles salida como vivienda social y promover fórmulas tipo bed&breakfast bajo tutela pública.

Mobile World Congress

Los partidos tampoco se ponen de acuerdo en la política de eventos. PP y CiU defienden, entre otras, la feria del móvil. «No se puede hacer demagogia contra un evento que genera tanta riqueza«, ha recordado el concejal Javier Mulleras (PP). Por su parte, Janet Sanz se ha mostrado contraria a ferias «que generan trabajo de azafatas». Quiere, ha dicho, eventos «que nutran el tejido económico» barcelonés.

Los efectos de la llegada de visitantes, en este caso los negativos, también alimentan la bronca. BeC propone «redistribuir la riqueza, evitar la precariedad y los salarios bajos». CiU y PSC creen que la Responsabilidad Social Corporativa (RSE) y la vigilancia pública son suficientes.

Óptica

Lo que subyace son ópticas enfrentadas. «Hubo un tiempo en que estábamos orgullosos del turismo. Ya no«, ha terciado la concejal Sara Jaurrieta (PSC). Por su parte, la hasta ahora teniente de alcalde Sònia Recasens ha recordado que «Barcelona sigue siendo un caso de éxito«. En el caso de la candidatura de Colau, la formación dice que los vecinos «han perdido poder» y se ha «liberalizado» la oferta hotelera. Ruptura total.

a.
Ahora en portada