Baleares pone fin al crecimiento turístico desmelenado

Entra en vigor la  ley de medidas urgentes en materia urbanística que tensa la cuerda todavía más con los hoteleros. Tras la guerra por la tasa turística, se acabaron las ampliaciones y proyectos urbanísticos a la carta.

Se acabaron los pelotazos inmobiliarios en Mallorca. La política de promoción turística del antiguo presidente de las Islas Baleares, José Ramón Bauzá, ha sufrido un duro recorte. Adiós al todo vale, con legalizaciones a la carta, cambios de uso por doquier y abundantes reformas hoteleras faraónicas. El gobierno comandado por Francina Armengol (PSOE) ha aprobado el decreto ley de medidas urgentes en materia urbanística. El texto pone el freno de mano a la ley Turística, la ley del Suelo y la ley Agraria. 

La firma ha entrado en vigor este miércoles, y no tiene carácter retroactivo. Es decir, las peticiones de legitimación y las modificaciones en los alojamientos que ya se hayan cursado escaparán al ‘cerrojazo’.

Se acabaron las ampliaciones gigantescas

El texto pone sentido común a aspectos que hasta ahora parecían surrealistas. Un ejemplo: las ampliaciones hoteleras sólo serán posibles sobre la edificación legal. Ya no será posible crecer sobre lo ilegal. Además, los incrementos de superficie edificada y de ocupación no podrán exceden el 20%. Según los calculos del actual equipo de gobierno, fueron hasta 600 este tipo de reformas. 

También desaparece la opción de alcanzar un 40% en las ampliaciones para los establecimientos de cinco estrellas y gran lujo en edificios singulares. Otra de las limitaciones es la de eliminar los aumentos mediante solares no adyacentes, que hasta el momento podían alcanzar varios edificios de distancia. 

La última línea roja es la de las alturas. Nada de elevarse por encima de lo existente. Se suprime así la posibilidad de aumentar hasta dos pisos en las zonas maduras.

Tampoco habrá hoteles en edificios catalogados

La firma también cierra las nuevas aperturas en faros e instalaciones militares. Por el camino, se ha cargado los dos hoteles que la cadena Mare  & Terra impulsaba en la batería militar de Llucalari desde diciembre de 2012. También se acabó el libre albedrío para los grandes nombres. No se autorizaran proyectos por el prestigio si no cumplen las exigencias urbanísticas y turísticas. Sí, pasaba hasta ahora.

Para cerrar el abanico. El vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, ha añadido en la rueda de prensa que ya no se podrán aprobar a dedo convertir hoteles en bloques de apartamentos residenciales. Otra vez, serán las normativas quienes establezcan las modificaciones. 

Otra guerra con el sector

Al ‘cerrojazo’ hay que sumarle la tasa turística aprobada por el gobierno del PSOE y Podemos, que ha enfurecido a los hoteleros. La Federación Hotelera de Mallorca ha avisado que llevará a los tribunales el impuesto de un euro por persona y noche. «Agotaremos todas las vías jurídicas que tengamos», ha avisado la presidente de la institución, Inmaculada Benito.

 

 

a.
Ahora en portada